Prosigue el claro dominio de Digital + frente a otras alternativas
tecnológicas
TDT, la promesa
competitiva.
La televisión digital debería
abrir una nueva oportunidad audiovisual. Día a día cambia el modelo
televisivo. Desde que en 1930 la BBC comenzara la emisión regular y
simultánea de voz e imagen, son muchos los avances tecnológicos que han
transformado la televisión en el fenómeno social de nuestros días. La
digitalización de los procesos, desde la realización de las piezas
(noticias, reportajes...), hasta la emisión por satélite, a través de
cable o el auge de la televisión local, son temas candentes; pero la
televisión digital terrestre puede venir a trastocar todo los temas
anteriores. ¿Es que no interesa lanzar una televisión que abra la
competencia en el mercado digital? Por ahora se han retrasado la
transición digital de la televisiones locales (que eran las primeras que
tendrían por obligación que poner a prueba la TDT). Por otro lado, no
tendremos reglamentos de una nueva Ley General Audiovisual hasta finales
de año...
Javier
Muñoz
Sabemos
que la televisión analógica tiene sus días contados, pero el lento paso
de la TDT (TV Digital Terrestre) abre muchas incógnitas. ¿Es que
Digital+ es el único operador que ha sabido posicionarse cara al futuro?
Resulta evidente que a la plataforma vía satélite le ha ayudado la baja
calidad que exhibe últimamente la televisión terrestre convencional. La
falta de interactividad y de contenidos de calidad (predominan lo
llamados contenidos rosa o los reality shows) es algo que se hecha de
menos en sus parrillas de programación. Falta variedad,
originalidad e innovación que sin duda van de la mano de la televisión multicanal o digital.
Por eso ahora más que nunca es preciso un verdadero empujón para
impulsar la digitalización de la TV terrestre; cada vez más se exige un
empujón claro desde el Gobierno, una vez que TVE parece haberse
desmarcado de su hipotética misión de liderazgo en este tema, aunque
también no está de más que el resto de agentes del mercado se ponga de
acuerdo.
Esta situación de letargo perjudica al dinamismo competitivo del sector.
Sin embargo la situación monopolística de la plataforma Digital+ parece
ahora entrar a negociar contenidos con otras operadoras, como el cine o
el fútbol con Auna, que hasta el momento habían podido tener
consecuencias drásticas para la industria audiovisual en general.
Otros operadores como Ono piden tener las mismas posibilidades.
Mientras, la industria de los canales de televisión sufre sobre todo la
industria nacional de producción de contenidos que ha comprobado como se
le cortaban los cauces para vender sus productos audiovisuales en favor
de unos pocos elegidos.
Para fortalecer el sector todo parece confluir en un futuro de esperanza
de la mano de mercados como el de la TDT, en primer lugar y después en
el crecimiento de alternativas como Imagenio, el PLC (banda ancha por
parte de las eléctricas), así como el desembarco de la banda ancha por
satélite o la electrónica de consumo, especialmente en lo referente a la
fuerte demanda de televisores de pantalla plana y receptores digitales
para la nueva televisión.
Respecto a la TDT en España estamos dejando pasar una oportunidad
histórica de ser pioneros en este mercado, ya que la tecnología y la
cadena tecnológica están disponibles desde hace tiempo, pero falta que
la política gubernamental sea efectiva. Movimientos han existido, pero
es necesario que sean válidos para poner en marcha la deuda pendiente
con un sector tan importante para el conjunto de la sociedad y su
economía. La emergente TV local digital también está muy pendiente de
los movimientos del Gobierno que recientemente ha ampliado el plazo para
el “apagón analógico”.
En este sentido un sector de las televisiones locales parece satisfecho.
El portavoz de la Asociación de Televisiones Locales (ATEL), Aurelio
Martín, considera “una buena noticia” que el Gobierno haya decidido
ampliar hasta el 1 de enero de 2008 el plazo para el denominado “apagón
analógico” de estas cadenas. Afirman que si se hubiera mantenido el
plazo inicial hubiera supuesto “la desaparición total de la mayoría de
las televisiones locales de España y la ruina para muchas empresas”.
Desde esta perspectiva, Martín declara que realizar un “apagón” sin que
existan disponibles receptores de televisión digital y sin que la
sociedad tenga aún conciencia de esta nueva tecnología hubiera sido la
“ruina total”. En su opinión, “aunque llega tarde, esta medida pone de
manifiesto una realidad: que no está desarrollada la TDT y muchos
concursos iban a ser un fracaso en muchas Comunidades Autónomas”.
Así pues, Aurelio Martín señala que en estos poco más de tres años que
restan hasta el citado “apagón” hay que trabajar para introducir la
tecnología digital en España, desarrollarla y “crear una auténtica
conciencia en los usuarios de la televisión digital”. Aurelio Martín
considera que “todo el sector, no sólo los operadores, deben tirar del
carro”.
Liderar la transición
En este sentido, desde ATEL parece “absurdo” que se haya elegido a las
televisiones locales para “tirar del carro si las grandes cadenas no han
podido desarrollar la TDT”. Recordar que el ministro de Industria,
Turismo y Comercio, José Montilla, anunciaba el lunes 30 de agosto que
el Gobierno someterá a revisión el Plan Técnico Nacional de Televisión
Digital Local con la intención de ampliar hasta el 1 de enero de 2008 el
plazo para la suspensión de las emisiones analógicas de las televisiones
locales que tengan una licencia para emitir en digital, por considerarlo
“irrealista”.
Por otro lado, para el G-9, portavoz de las televisiones locales que no
forman parte de los grandes grupos de comunicación de ámbito español,
esta decisión parece positiva, ya que siempre ha denunciado el hecho de
que sea la televisión local quien tenga que liderar la transición del
sistema televisivo analógico al digital. Y mientras valora positivamente
que el calendario previsto se flexibilice, considera que éste sería un
buen momento para negociar con el Ministerio de Industria muchos otros
puntos del Plan con los que no está de acuerdo, como por ejemplo, el
número y la distribución de los canales múltiples previstos para las
diversas comunidades autónomas, claramente insuficiente en algunos
casos, o la posibilidad de preveer un periodo de “simulcast” (emisión
simultánea en analógico y digital) más allá del 2008 y hasta la apagada
analógica de las televisiones generalistas.
Por ello, el G-9 solicita al gobierno central que se cree urgentemente
una Mesa del sector de la Televisión Local en la que el grupo pueda
hacer oír la voz de las televisiones a las que representa, tal como
pedía el Manifiesto de Granollers que supuso la fundación del G-9.
Mientras, las televisiones públicas y las principales cadenas de
televisión nacionales exigen suficiente espectro y algunas como
Telecinco han manifestado que comparte plenamente las declaraciones
realizadas por el Secretario de Estado de Telecomunicaciones, Francisco
Ros.
Precisamente Ros señaló que para apoyar definitivamente el desarrollo de
la Televisión Digital Terrenal desde el liderazgo es necesario que las
televisiones públicas y privadas posean “la capacidad necesaria de
espectro radioeléctrico”.
Telecinco lleva largo tiempo persiguiendo la ampliación del espectro
radioeléctrico que la práctica ha demostrado exigua, no ya para el
desarrollo de la TDT, sino para alcanzar una operatividad similar a la
que ofrece la tecnología analógica. Para que este desarrollo se produzca
es necesaria una apuesta seria que pasa por dejar de hablar de la
tecnología analógica y empezar a trabajar en la tecnología digital. Y
parece que la propuesta de Telecinco es condescendida por parte de la
televisiones públicas y el resto de cadenas de televisión nacional que
se encuentran en la misma tesitura.
Dilatada espera
Pero la espera se empieza hacer larga en temas que afectan directamente
al área audiovisual, donde Montilla anunció una Ley General Audiovisual
y la creación del Consejo Superior de Medios Audiovisuales que se
englobará, en su momento, en la ley. Dentro de sus objetivos ha
informado de la necesidad de un nuevo marco regulatorio estable con la
revisión de toda la normativa, que incremente la transparencia y se
adapte a una nueva situación de los mercados, aprovechando la Ley
General de Telecomunicaciones (LGT).
También se hace hincapié en la transformación del ciclo de gestión del
espectro radioeléctrico y el fomento del desarrollo de nuevos servicios
audiovisuales. Para ello se reclama el fomento del diálogo y la
concertación entre los sectores. El Gobierno parece que aprobará los
reglamentos que desarrollan la Ley de Telecomunicaciones a finales de
año: los de interconexión y acceso y el que regula las condiciones para
la prestación de servicios de comunicaciones electrónicas y las
obligaciones del servicio universal. Montilla dijo que se quiere
implantar un marco regulador “predecible, estable y neutral” que
favorezca la inversión en redes alternativas, para lo cual es precisa la
aprobación de los reglamentos de desarrollo de la Ley.
El reglamento de interconexión y acceso establece una serie de
condiciones generales de acceso a la interconexión de redes, exigibles a
todas las operadoras, establece el marco para la definición, desarrollo
y gestión de los planes nacionales, direccionamiento y denominación, y
regula por ejemplo la conservación de los números por los abonados, para
facilitar la elección de compañía.
En cuanto al reglamento sobre la prestación de servicios y las
obligaciones del servicio universal, establece el derecho de los
usuarios a tener una conexión a la red telefónica fija y acceso
funcional a Internet y la puesta en marcha de planes para colectivos
desfavorecidos. Además, regula la protección de datos en los servicios
de comunicaciones electrónicas, así como los derechos de los
consumidores.
El ministro adelantó que el Gobierno quiere revisar a corto plazo el
marco legal que regula la calidad de los servicios de
telecomunicaciones, con la elaboración de un informe sobre los
parámetros de calidad de cada operadora, para poder ampliar así su
aplicación a otros servicios como el acceso a Internet.
Medios convergentes
Por otro lado, la industria de contenidos espera una reestructuración en
un mercado que converge con nuevos servicios multimedia, algo también
prometido a partir de la creación de un Consejo Superior de Medios
Audiovisuales, ya que estamos ante un gran sector económico en el
futuro, que desplazará el poder de negociación hacia los creadores de
estos contenidos.
En cuanto a lo que será la posición de la audiencia sabemos que
Internet, como ya se viene observando, restará audiencia a los medios
convencionales y que el terminal de la televisión y la pantalla del
ordenador convergerán de tal manera que será indistinto seguir un
programa por cualquiera de los medios, aunque podrán ser sustituidos por
una sola pantalla como terminal principal.
Todo esto debe tenerse en cuenta en la nueva legislación específica para
el control y gestión de los derechos de autor y para que la competencia
entre los operadores de telecomunicaciones no se vea limitada por la
clara tendencia hacia un proceso de concentración.
Es evidente que la televisión digital será mayoritaria en los hogares
españoles al final de la década, pero no se habrá impuesto totalmente en
2012, año en el que el Gobierno prevé el “apagón analógico”, según el
estudio “El futuro de los medios de comunicación ante el impacto de las
nuevas tecnologías”.
Y en toda Europa la televisión convencional cede audiencia a favor de la
televisión digital. Un informe británico, Ofcom, pone de manifiesto que
los principales canales de televisión terrestre analógica han registrado
ligeros descensos en sus niveles de audiencia en el periodo de 1998 al
2003, pasando de un índice del 87 por ciento al 76 por ciento, cifras
que aún descenderán más a favor de la TV digital ya sea gratuita o de
pago.
Hacen falta
novedosos contenidos, por otro lado costosos, para animar el
mercado audiovisual. Para ellos se precisa la tecnología más avanzada
avalada por la mejor calidad de imagen y sonido que sólo se consigue con
la digitalización. Pero parece que en España TVE no trabajará con la TV
digital terrestre de la misma manera que la BBC en Reino Unido donde sí
ha mostrado un papel de liderazgo. Los telespectadores británicos con TDT son cada vez más y cuentan con las mejores cifras de toda Europa.
España, según los datos de Datamonitor, sólo tiene una penetración del
1,1% de los hogares con TDT. El resto de los países europeos están
prácticamente a la par.
Al mismo tiempo, un informe titulado ‘Driving Digital Switchover’
desveló toda una serie de planes en relación con la implantación del
sistema de televisión digital terrestre que dejan entrever un
posicionamiento de este órgano y su interés en que la desconexión del
sistema analógico y que el paso al digital terrestre concluya en una
propuesta viable y satisfactoria para todos. Según este informe, la
incorporación del sistema de televisión digital terrestre podría
desempeñar un importante rol en el incremento de la introducción al
sistema de la televisión de pago de aquellos telespectadores que todavía
en la actualidad no están abonados a ningún tipo de suscripción.
Ideas para la TDT
Junto al trabajo inmejorable de nuestros fabricantes y distribuidores de
receptores y equipamiento digital terrestre por poner distintos modelos
en el mercado, existen diferentes iniciativas para dar un empujón a la TDT. Por ejemplo, usuarios y expertos a través del Foro para la
investigación y el desarrollo de la cultura audiovisual (FIDECA) se
reclamaron medidas para impulsar la Televisión Digital Terrenal (TDT) en
España, y entre ellas, un precio simbólico para los descodificadores
básicos en torno a los 100 euros.
Además, FIDECA que agrupa a diversas organizaciones de consumidores y
expertos en comunicación, presentó en la Feria de Televisiones Locales
MAC 2004, celebrada en Granollers, un informe en el que se recogen
propuestas para afrontar la migración de la televisión analógica a la
digital durante los próximos ocho años.
El informe destaca que la TDT “deberá eliminar el mayor número de
barreras tecnológicas y universalizar el empleo de un único
descodificador para recibir la señal abierta y para vencer las barreras
psicológicas de unos usuarios poco motivados inicialmente”. Por ello,
apuesta por buscar la ‘amigabilidad’ de la recepción mediante un
descodificador básico a un precio reducido de 100 euros, incluyendo en
este precio la puesta a punto de antena o el servicio postventa (algo
que debería ser revisado por los fabricantes para ver la viabilidad de
esta propuesta).
Por otro lado, el informe subraya la necesidad de que la televisión
pública sea la locomotora de la TDT en España, “tal y como se está
llevando a cabo en otros países europeos”. Al respecto, advirtió sobre
el fuerte desequilibrio de carácter territorial que plantea el Plan de
Televisión Digital Local, como en los casos de Madrid o Andalucía.
Para subsanar estas deficiencias, FIDECA propuso que se abra un periodo
de consultas con las televisiones locales antes de la convocatoria del
concurso para la adjudicación de las concesiones, con el fin de
garantizar al máximo los derechos adquiridos. Bueno, propuestas e
iniciativas que no falten.
Precisamente el letargo que sufre la TDT en nuestro país puede generar
nuevos conflictos empresariales, como los ocurridos por parte de muchos
fabricantes. En este sentido Philips y Samsung manifestaron en Cataluña
su indignación ante la falta de claridad sobre el impulso del proyecto:
“Nosotros hemos cumplido escrupulosamente los compromisos, hemos
realizado las convenientes inversiones y el resultado es por el momento
no existe repercusión alguna en el mercado”.
Este problema incrementa el nerviosismo de
multinacionales como Nokia,
Philips, Sony, Samsung o Panasonic que han realizado importantes
inversiones en España para promocionar esta tecnología inundando centros
comerciales con descodificadores y televisores digitales integrados para
TDT. Esto ha supuesto una estructura industrial nueva que de seguir así
podría destruir empleo en un sector necesitado de competencia. Además
indeseables consecuencias como que estas filiales que han trabajado en
España salgan fuera podría suponer para la industria un paso atrás
insalvable. Por ahora comprobamos que ninguna de ellas acudirá con stand
propio a MATELEC 2004, por algo será.
Pero no todo es negativo. Es importante resaltar también los avances en
TDT en Catalunya como su prueba piloto de Televisión Digital Terrestre
desarrollada por Televisió de Catalunya y denominada Micromercats, que
ha supuesto el origen de las primeras pruebas de publicidad interactiva,
experiencias que enriquecen el posicionamiento de la TDT en general.
Por otra parte, la segunda fase del despliegue de la Televisión Digital
Terrestre (TDT) en Catalunya se inició en el Maresme a través de la
implantación de nueve centros reemisores que abarcarán ya los 170.000
hogares de la comarca. Así, todos los hogares recibirán los cuatro
canales digitales de Televisió de Catalunya, TV3, K3/33, 3/24, el canal
piloto y el servicio de datos interactivos. Con esta última fase, se da
cobertura a las denominadas zonas “de sombra” para llegar al 100 por
cien de los hogares. La zona del Maresme se caracteriza por estar
especialmente castigada por la mala cobertura de las señales de
televisión por culpa, entre otras causas, de su complicada orografía.
Con la implantación de la TDT, no sólo se conseguirá la mejora de la
calidad de la imagen y el sonido de la señal de televisión, sino que
estos problemas quedarán resueltos. Esta comarca será la primera en
pasar del sistema analógico actual al sistema digital, una conversión
que tendrán que llevar a término todas los hogares del Estado español,
antes del año 2012, cuando el sistema analógico deje de ser operativo.
Esperamos que cunda el ejemplo.
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